Una cocina exterior permite disfrutar del jardín en cualquier momento del día, incluso mientras se preparan las comidas. Bajo una pérgola, los electrodomésticos estarán protegidos en todas las épocas del año. Sin embargo, la elección de la ubicación adecuada y del equipo que se va a instalar requiere un poco más de reflexión. Sigue nuestros consejos para diseñar tu cocina de verano.
¿Dónde instalar la cocina de verano?
Por razones prácticas, la cocina exterior suele situarse cerca de la casa, como una prolongación de esta. Esto permite no tener que atravesar todo el jardín porque se te haya olvidado un condimento.
Sin embargo, como las cocinas de jardín son cada vez más sofisticadas y completas, puedes optar por colocar la tuya cerca de la piscina o descentrada respecto al edificio principal.
En ambos casos, tendrás que tener en cuenta el suministro de agua (para lavar la vajilla, será necesaria una conexión a la red de alcantarillado) y la electricidad. Para mantener la estanqueidad de los enchufes y proteger tu material, la pérgola necesitará una cubierta, fija o bioclimática.
¿Qué tamaño para la cocina de verano?
La cocina de verano suele ser un lugar de reunión. A menudo estarás en compañía de invitados, y probablemente tendrás una zona de comedor. Para sacarle el máximo partido, el tamaño mínimo recomendado es de 10 m².
Si tienes poco espacio, puedes limitar el equipamiento. Una simple barbacoa fija con una pequeña superficie de trabajo y un poco de espacio de almacenamiento te permitirá preparar comidas al aire libre.
Si tienes más espacio, no escatimes en encimera ni en armarios y otros accesorios que te harán la vida más fácil. Incluso puedes elegir el tamaño de las parrillas de la barbacoa para preparar algo que haga las delicias de las mesas con muchos comensales. Bien protegida por la pérgola, tu cocina exterior puede permanecer tal cual mientras te espera durante los meses de invierno.
¿Qué equipamiento para la cocina exterior?
Aunque la barbacoa sigue siendo un clásico de la cocina de verano, ya no es el único método de cocción que se demanda. Hoy en día, son populares las planchas, los woks, los asadores o los hornos de pizza. Las mismas barbacoas son cada vez más modernas y pueden ser eléctricas o de gas.
Además, la cocina se convierte en un auténtico espacio habitable. En cuanto al interior, puede albergar un lavavajillas y un frigorífico. La idea es que no tengas que entrar en casa para comer, y que todo esté a mano. Por lo tanto, necesitarás una encimera, pero también espacio donde guardar la vajilla y otros utensilios.
¿Qué materiales para la cocina exterior?
Para su uso en exteriores, necesitarás materiales resistentes al sol, pero también al frío y a la humedad. A menudo se recomiendan tanto las cocinas de exterior de hormigón como las de acero inoxidable. Para un aspecto más cálido, también puedes recurrir a la madera o a la piedra, o incluso combinar estos diferentes materiales.
Lo importante es que tu cocina sea tan funcional como bonita: no querrás pasar tu tiempo de relax limpiándola. ¿Por qué no optar por una pared posterior de imitación de madera, mucho más fácil de limpiar, y una encimera de granito? Este material tan duradero es ideal para tu cocina de verano.
También para facilitar el mantenimiento, la cubierta de la pérgola es importante: protegerá tus muebles contra las inclemencias meteorológicas. En cuanto al material, la pérgola de aluminio es un excelente compromiso entre estética y practicidad.
También hay que tener en cuenta la iluminación al hacer la instalación eléctrica. Será indispensable para disfrutar de tu cocina de verano incluso cuando caiga la noche. ¡Lo único que tienes que hacer es decorarla como lo harías con cualquier otra habitación de tu casa!
